
Desfile del Día del Trabajo de la Ciudad de Nueva York – 2025
Fotografías tomadas por: Ken Roper, Agente de la Local 237 y Auxiliar del Presidente
Por Gregory Floyd, El Presidente, Teamsters Local 237 y Vicepresidente General en la Junta General de la Hermandad Internationcional de Teamsters
El otoño marca el final del verano y el comienzo de una nueva temporada. Para algunos de nosotros, el cambio viene con un poco de tristeza, debido en parte a contar con menos horas de luz natural y tener a mano nuestra ropa de abrigo en la puerta del closet. Mientras que para otros se recibe al otoño con alivio: no más arena de playa molesta con la que lidiar, ni restos de hamburguesa que raspar de la parrilla. Con Halloween, Día de Acción de Gracias y Navidad asonando en el horizonte, sus fabulosos colores, luces, tradiciones familiares y reuniones hacen de estas festividades algo que muchos esperan con ansias. Comenzarán a montarse las decoraciones, se prepararán las listas de regalos y se desempolvarán las recetas de cocina. Todas tradiciones emocionantes y divertidas.
Pero primero, está el Día del Trabajador. Es el momento en que saludamos a los trabajadores y trabajadoras de todo el país, y les demostramos nuestro apoyo marchando en un desfile para honrar su aporte diario. El Día del Trabajador es único. No es fácil encontrar un feriado en el que confluyan todas las visiones políticas, religiones, razas, etnias y géneros. Tu partido político (seas de izquierda o de derecha) importará poco, ya que lo que más importa es el respeto que le mostramos a nuestros trabajadores, quienes engrandecen a esta ciudad y al país. Por supuesto que no es fácil encontrar un feriado en el que la mayoría de los estadounidenses celebren de manera similar: comiendo un perro caliente o dos, con una mazorca de maíz. Sí, el Día del Trabajador es una rareza: un feriado en el que todos nos podemos poner de acuerdo y para el que no es necesario recibir una invitación.
El Desfile del Día del Trabajador tiene lugar en la Ciudad de Nueva York, el sábado posterior al feriado mismo. Es el desfile más grande y antiguo del país. Lo empezó a celebrar el Consejo Central del Trabajo en 1882, cuando 10.000 trabajadores abandonaron sus puestos de trabajo para celebrar a todos los trabajadores, y marcharon desde el Ayuntamiento de Union Square. Si bien Ralph Chaplin compuso en 1915 el clásico “Solidarity Forever”, canción asociada al feriado, para los trabajadores industriales del mundo, su estribillo es tan relevante e importante hoy como lo fue hace 100 años: “Cuando la sangre inspirada de los trabajadores deba correr a través de la unión, no podrá haber poder más grande bajo el sol en la reunión. ¿Por ahora cuál es la fuerza más débil en la tierra que el vigor débil de un individuo solo? Sólo el sindicato nos podrá dar el vigor. Solidaridad para siempre es lo que nos dará la fuerza del honor”. El reconocimiento formal de la importancia de los trabajadores llegó en 1894, cuando el Congreso creó el Día del Trabajador, convirtiendo en feriado nacional al primer lunes de cada septiembre. Pero tristemente, lo hizo en respuesta a la muerte de 34 trabajadores huelguistas del Sindicato de Ferroviarios Estadounidenses, a manos de soldados y oficiales del Ejército Estadounidense.
Lamentablemente, la cantidad de afiliados sindicales a nivel nacional ha disminuido desde su pico del 35% en 1954, a poco menos del 10% en la actualidad. Nueva York, no obstante, sigue siendo una potencia del mundo laboral y un modelo de apoyo para nuestros trabajadores. Se encuentra entre los estados con mayor número de trabajadores sindicalizados (cerca del 21%), es decir 65.5% de la mano de obra sindicalizada trabaja en el sector público. Esto es consistente con el hecho de que el porcentaje nacional de afiliación sindical en el sector público es aproximadamente cinco veces mayor que en el sector privado. La población afroamericana constituye la mayor porción de ese grupo.
Pero en la actualidad, tras un descanso de décadas, la afiliación sindical tanto en el sector público y el privado está mostrando signos de recuperación, para desafiar los intentos de atacar y hacer fracasar a los sindicatos. Y es aquí donde las uniones sindicales brillan en su máxima expresión, como en la destacada victoria de los trabajadores de Amazon en Staten Island, quienes buscaban sindicalizarse. No fue un logro menor. Hace apenas algunos años, la recientemente conformada Unión de Trabajadores de Amazon (ALU) ni siquiera existía. Christian Smalls, quien trabaja como operador de almacén en Amazon Staten Island, lideró huelga para protestar contra las deplorables condiciones del lugar de trabajo en los cuidados de COVID-19. En sus anotaciones, el equipo de abogados de Amazon describió a Smalls como: “Alguien que no es inteligente ni articulado. En la medida en que la prensa lo pinte como un enfrenamiento entre él y nosotros, nosotros tendremos mucha mejor publicidad”. ¡Wow!, no sólo despreciaron la causa Smalls como algo insignificante, sino que tildaron de manera arrogante a este joven afroamericano de bruto e incapaz de organizar. Además, pensaron que realmente podían utilizarlo como un recurso publicitario antisindical. Amazon lo de despidió, pero su estrategia se les volvió en contra, ya que las repercusiones se han sentido por toda la nación. Hoy, la Unión de Trabajadores de Amazon se ha unido con orgullo a la familia de Camioneros. De hecho, las encuestas recientes muestran que la afiliación sindical se está incrementando.
Por ende, a pesar de los obstáculos, estamos en el umbral de retomar nuestra misión de ayudar a construir la clase media de los Estados Unidos. Somos tanto la baqueta como la pistola. Somos el puente hacia el Sueño Americano. Luchamos por los derechos de los trabajadores mientras los ayudamos a crear un pie de igualdad, en el que el Sueño Americano no sea exclusiva propiedad del 1% empresario. La Local 237 agradecemos a nuestros miembros activos y jubilados por los esfuerzos incansables que destinan en nombre de tantos neoyorquinos, cuyas vidas y seguridad financiera de dependen de que los organismos municipales operen continuamente pese a los desafíos. Como dijo el expresidente Barack Obama: “Cuando los tiempos son duros, no nos rendimos. Nos levantamos”. Eso es precisamente lo que los empleados públicos hicieron y continúan haciendo. No olvidemos que durante el pico de la pandemia, en una época de dolor inconmensurable, cunado un virus inesperado y altamente contagioso conmocionó al mundo entero y a los miembros de nuestro sindicato, fueron éstos y otros miles de trabajadores del sector público quienes no se rindieron. Se levantaron y fueron a trabajar. Durante esta época en que nos vimos inmersos en terror y muchos nos paralizamos de miedo, y que para algunos significó perderse el abrazo final, el adiós o los sacramentos para ir con Dios, estos trabajadores municipales esenciales ocupaban sus puestos de trabajo. En la actualidad, mientras siguen nuestros esfuerzos revivir la Ciudad, el Estado y la nación, los trabajadores públicos continúan siendo un componente esencial de la recuperación y la reconstrucción.
Es por eso que el Día del Trabajador es tan importante. Reconocer los esfuerzos de los trabajadores (especialmente los del sector público), es una satisfacción bien merecida. Pero también sirve para enviar un mensaje a nuestros líderes electos, a candidatos políticos, a las grandes empresas y al público general: Pueden atacarnos. Pueden intentar arruinarnos. Pero nos necesitan. Y cuando ven las palabras “Hecho por Trabajadores de la Unión”, también significan “La Unión es Fuerte”. Somos un movimiento, no tan solo un momento.
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